La espiral en Gestalt
La espiral hace referencia, en gestalt actual, al proceso terapéutico y al proceso de crecimiento personal. Parece que a veces nos movemos en círculo, repitiendo exactamente lo mismo con diferentes personas y situaciones. Respondemos de la misma manera ante estas situaciones y el resultado es la insatisfacción, la frustración o la aparición de síntomas específicos de cada persona: ansiedad, miedo, depresión, sensación de pérdida de control… Esto es lo que aparece en primer plano, llenándonos de frustración.
En el fondo, en segundo plano, tratamos de satisfacer nuestras necesidades de una forma que no funciona, con unos recursos o actuaciones que no son los adecuados en este momento para satisfacer nuestras necesidades. Esta es una definición de neurosis en gestalt, la gestalt inconclusa, donde repetimos mecánicamente formas inadecuadas de satisfacer nuestras necesidades.
En terapia, ampliando nuestra conciencia, dándonos cuenta, podemos ser conscientes de cómo afrontamos, cómo hacemos ante estas situaciones, es decir, cómo nos atascamos, anudamos, encogemos… corporal, mental o emocionalmente. También exploramos formas diferentes de hacer, de pensar o de actuar que nos lleven a satisfacer nuestras necesidades y concluir la gestalt, de forma que podemos salir del círculo repetitivo y subir un pequeño escalón.
Cuando estamos en terapia, aunque a veces creemos estar pasando por las mismas situaciones, vamos realizando pequeños cambios que nos permiten salir del círculo e ir subiendo a otro círculo un poco diferente, y después a otro, que simbólicamente se refleja en la imagen de una espiral ascendente, lo que significa que no hacemos lo mismo y que estamos evolucionando en nuestro crecimiento personal. Aunque parezca que estamos en lo mismo o incluso en algo peor que antes, hay pequeños cambios que hacen nuestra vida diferente y más saludable, donde encontramos más satisfacción y menos frustración.
Javier Egurzegui Lorza
