Terapia Individual
Con frecuencia, nos planteamos acudir a terapia individual cuando nos encontramos con alguna dificultad en nuestra vida cotidiana que no podemos abordar o que tiene como consecuencia un síntoma molesto o inabordable con nuestros recursos habituales. Además, si preguntamos a las personas que nos rodean, tampoco nos ofrecen una alternativa que nos funcione adecuadamente.
Muchas veces vamos a terapia con el planteamiento de quitarnos esa ansiedad o dolor que nos aflige, como si de una operación quirúrgica se tratase.
En terapia individual te ofrecemos un espacio donde puedes revisar, tomar conciencia de aquello que estás repitiendo, evitando, obviando, rechazando en tí mismo o en tus relaciones con los demás o con el mundo. Esta toma de conciencia es la que te facilita darte cuenta de cómo haces para perpetuar tu dificultad,
Desde este darte cuenta, la terapia individual prosigue proporcionándote un lugar para explorar alternativas, otros caminos de pensar, hacer, sentir, relacionarte con los demás y con el mundo. En esta exploración es donde puedes encontrar otros recursos y habilidades que habías desechado anteriormente o que necesitas desarrollar y completar. Es un lugar donde realizar nuevos aprendizajes, donde ampliar la conciencia, siendo consciente de tu realidad y del camino que quieres seguir en tu vida.
Desarrollando estos aprendizajes, con su práctica en la vida cotidiana, van cobrando otro sentido los síntomas iniciales, normalmente van desapareciendo ya que no tienen sentido. En este momento emergen con más claridad tus necesidades reales, genuinas, que no tenían una vía de expresión y de satisfacción antes de la terapia. De esta forma, ahora puedes pensar, moverte y sentir partiendo de tus necesidades, explorando y aprendiendo nuevos caminos de satisfacerlas contigo mismo y en las relaciones con los demás.
Llega un momento en que ya puedes hacer este camino tú solo, sin necesidad del apoyo terapéutico, siendo el momento de cerrar tu proceso terapéutico. Tomando conciencia del punto de partida personal y del camino recorrido, de los aprendizajes adquiridos, de los recursos desarrollados, de las maneras de relacionarte contigo y con los demás que has integrado. Dándote cuenta de que este proceso te proporciona una mejor calidad de vida, formas de disfrutar contigo y con los demás adecuadas a tus necesidades reales.